El Fondo Malala trabaja por un mundo en el que todas las niñas puedan aprender y liderar. En la actualidad, más de 130 millones de niñas no están escolarizadas, de las cuales 98 millones están en edad de cursar la enseñanza secundaria. Las razones por las que se les niega la educación varían según las comunidades y los países. Muchas deben huir de sus hogares a causa de la guerra y la violencia. Otras se ven obligadas a abandonar las aulas y casarse con tan sólo 12 años. Para algunos, el precio de las tasas escolares es superior a lo que sus familias pueden pagar.
Sin embargo, la educación de las niñas es la solución a muchos de los problemas más acuciantes del mundo. Invertir en la educación de las niñas es invertir en crecimiento económico, en una mano de obra más sana, en una paz duradera y en el futuro de nuestro planeta.
El Fondo Malala trabaja para que todas las niñas vayan a la escuela: Abogando -a nivel local, nacional e internacional- por los recursos y los cambios políticos necesarios para que todas las niñas reciban educación secundaria. Las niñas a las que servimos tienen grandes objetivos para sí mismas, y nosotros tenemos grandes expectativas para los líderes que pueden ayudarlas.
El Fondo Malala trabaja en los países con las tasas más bajas de matriculación de niñas en la enseñanza secundaria, como Pakistán, Nigeria, Afganistán, Pakistán, los países de acogida de refugiados sirios y la India.